MÁS DE 40,000 EMPLEOS SE VERÁN AFECTADOS POR LAS MEDIDAS DE RESTRICCIÓN DE COMPRA

Panamá, 11 de junio de 2020.- El Sindicato de Industriales de Panamá (SIP) y la industria de bebidas alcohólicas panameña ven con mucha preocupación el bienestar de sus más de 6,000 colaboradores directos y 40,000 indirectos, cuyos puestos de trabajo no podrían garantizarse si se prolonga la restricción en la compra de bebidas alcohólicas para consumo en casa.

El sector industrial de bebidas alcohólicas responsable y solidariamente ha implementado todas las medidas indicadas por el Ministerio de Trabajo para evitar la suspensión de contratos y/o terminación de la relación laboral de sus colaboradores, concediendo adelantos de vacaciones, licencias remuneradas para mayores de 60 años y personas con vulnerabilidades, además de otras medidas para que el personal continúe recibiendo su salario; sin embargo, debido a la situación actual es insostenible que la industria mantenga todos los puestos de trabajo y deberá proceder a la suspensión de contratos por la disminución considerable en las ventas y consecuentemente de sus operaciones.

El Sindicato de Industriales de Panamá (SIP) y la industria de bebidas alcohólicas consideran oportuno informar a la ciudadanía sobre el impacto que la restricción en las ventas para consumo en casa tiene en la economía del país:

  • La industria de bebidas alcohólicas representa aproximadamente 1.3% del PIB nacional y genera al fisco aproximadamente 125 millones de dólares anuales en concepto de Impuesto Selectivo al Consumo (ISC) e ITBMS. Por cada semana de restricción a la venta de bebidas alcohólicas, el estado panameño deja de percibir aproximadamente 2.4 millones de dólares en estos dos impuestos solamente, aparte de los otros impuestos que paga la industria como ISR, Impuesto de Importación, CSS, entre otros.
  • Panamá es el único país en la región con una Ley Seca que restringe la libre compra de bebidas alcohólicas para consumo en el hogar, coartando la libertad de escoger de los consumidores. La Organización Mundial de la Salud no ha prohibido el consumo de bebidas alcohólicas como medida para combatir el Covid-19, dado que no existe evidencia científica alguna sobre la relación entre el consumo de bebidas alcohólicas en casa y la propagación del Coronavirus. Las organizaciones de salud en el mundo sugieren siempre un consumo responsable y moderado de alcohol. Todos los países de la región han optado por mantener la venta de alcohol en forma de “para llevar” (take-out) y/o entrega a domicilio de supermercados, minisúpers o puntos de venta donde no hay consumo en público.
  • Actualmente la industria cervecera tiene alrededor de 30 millones de dólares en inventario de producto terminado en sus bodegas y en las tiendas detallistas, el cual podría vencer y perderse. Al momento las ventas han caído más de 50%. La medida de restricción de compra de 1 six pack de cerveza hace que la rotación de inventarios sea lenta, sobre todo el empaque de botella retornable, cuya transacción es por caja y no puede ejecutarse. La cerveza es un producto perecedero y si el inventario en cuestión llegara a vencerse las pérdidas serían irrecuperables. Una crisis económica de esta magnitud seguramente afectará a las más de 6,000 familias que dependen de la industria.
  • Hoy, debido a las restricciones de ventas de bebidas alcohólicas, se han visto negativamente afectados los ingresos de miles de minisúpers, tiendas y abarroterías, los cuales son necesarios para la distribución y venta de alimentos en las comunidades, poniendo en riesgo los puestos de trabajo de sus colaboradores y la disponibilidad de productos alimenticios.
  • Nos preocupa que una medida tan restrictiva para la compra de bebidas alcohólicas haya desatado el incremento del mercado ilícito de estos productos. El alcohol producido y vendido ilegalmente fuera de la regulación gubernamental (chirrisco, chicha fuerte y contrabando) no está sujeto a impuestos, es de calidad inconsistente y podría ser significativamente tóxico o perjudicial para los consumidores. La implementación restrictiva de compra, el contrabando y la fabricación de alcohol ilegal consumen recursos del estado para su control. Consideramos que los recursos del estado deben estar enfocados a combatir el Covid-19 y en brindarle seguridad a los ciudadanos.

Por todo lo antes expuesto El Sindicato de Industriales de Panamá (SIP) y la industria de bebidas alcohólicas solicitan al gobierno no dilatar más la eliminación de la Ley Seca. La liberación de la venta para consumo en casa permitiría que los consumidores continúen adquiriendo sin restricciones productos formales por canales formales, manteniendo los puestos de trabajo, la recaudación fiscal y eliminando el incentivo al comercio ilícito y contrabando, particularmente de bebidas adulteradas y de preparación casera.

Semana tras semana, la industria ha respaldado todas las medidas sanitarias y de seguridad que el gobierno nacional ha implementado y colaboraremos siempre con el Ministerio de Salud para ayudar a combatir la propagación del Covid-19. Proteger la salud de los panameños y cooperar con las autoridades para salvar vidas es y seguirá siendo nuestra prioridad, pero como gremio responsable y del que muchas familias panameñas dependen, estamos en la mejor disposición de resolver los problemas que nos aquejan como país, con el fin de que la economía y la salud puedan convivir por el bien y el desarrollo de Panamá.

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