Panamá, 10 de julio de 2020. La crisis sanitaria y económica que vive Panamá por la COVID-19 pone de manifiesto la dura realidad que golpea a los diferentes sectores que conforman la economía del país, llenando de incertidumbre a la población en general por no tener aún claro cúando se procederá con la reapertura del Bloque 3 y la reactivación gradual de los empleos.
El Sector Industrial Manufacturero se ha convertido en el 4to empleador más importante del país. Para el año 2019, según datos oficiales del INEC, la industria panameña generó más 146 mil empleos directos y 87 mil empleos indirectos, convirtiéndolo en la fuente de ingreso de más de 230 mil familias panameñas.
En virtud de la relevancia que tiene para el país el sector, el Sindicato de Industriales de Panamá (SIP) como gremio que agrupa y promueve el desarrollo y la competitividad de la industria, solicita al Gobierno Nacional que se establezca oficialmente la fecha para la apertura del bloque 3. La única forma de disminuir el impacto negativo que ha causado esta pandemia en la generación de ingresos es que la sociedad en general y las empresas asuman la responsabilidad de cuidarse y autorregularse para controlar el contagio. Medidas como la identificación y reporte de síntomas, la higiene personal y distanciamiento físico permitirán que logremos convivir con el virus y adaptarnos a la nueva normalidad.
Actualmente el Sector Industrial ya tiene en marcha amplios protocolos de acción debidamente verificados por las autoridades, que incluyen medidas que abarcan desde recomendaciones para los colaboradores, visitantes nacionales y extranjeros, proveedores, infraestructura, áreas comunes y locales, hasta procedimientos de control de acceso con medidas de bioseguridad y atención frente a un caso sospechoso de COVID-19. En base a esto lo que necesitamos es mayor liderazgo de los ministerios que deben dar las pautas, para la apertura lo más pronto posible.
El Sindicato de Industriales de Panamá (SIP), reitera al Gobierno Nacional, la importancia de proceder con la reactivación de la economía, manteniendo un balance entre la salud de la población y el bienestar social, reforzando las medidas sanitarias requeridas para asegurar el sustento de miles de familias panameñas.